La llamada se recibió poco antes de las tres de la tarde del 24 de julio. Se había iniciado un incendio en un parque de Chico, California. Los bomberos acudieron al lugar en cuestión de minutos. El fuego ya había cruzado una carretera y quemaba árboles a su paso.
En pocas horas, el incendio creció vertiginosamente. A las 3 de la madrugada, había quemado un área del tamaño de unos 34,000 campos de fútbol.
“Nunca en mi carrera había visto un incendio crecer tan rápido”, dijo el jefe Garrett Sjolund. Lleva más de 25 años trabajando para el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
Llegaron bomberos de todo el estado. Más de 6,000 personas trabajaron para contener el fuego, llamado el incendio Park. Se convertiría en el cuarto mayor incendio forestal de la historia del estado de California.
No ha sido el único gran fuego de este año en California ni en EE. UU. A finales de febrero, Texas vivió el mayor incendio forestal jamás registrado. El incendio se propagó a Oklahoma. A finales de agosto, los incendios ya habían quemado más terreno en Oregón que en cualquier año anterior.