No somos los únicos que nos tomamos selfis. Dos ratas llamadas Arthur y Augustin también aprendieron a tomarse selfis con la ayuda del fotógrafo francés Augustin Lignier.
Lignier puso a las ratas en una caja alta y transparente con una cámara acoplada. Cuando pulsaban un botón dentro de la caja, se recompensaba a las ratas con azúcar. Al mismo tiempo, la cámara les tomaba una foto. Los selfis de las ratas se les mostraban en una pantalla frente a ellas.
Al poco tiempo, Arthur y Augustin pulsaban el botón, aunque no recibieran azúcar como recompensa. Terminaron tomando cientos de fotos. Lignier dice que ver a las ratas tomarse selfis fue “mágico”.