La mayoría de los niños de EE. UU. pronto tendrán menos tiempo para jugar afuera antes de que anochezca. Esto es así porque el horario de verano termina el 3 de noviembre. En la mayoría de los estados, se retrasarán los relojes una hora. Volverán a la hora estándar. Cuando el horario de verano se inicie de nuevo en marzo, la gente adelantará sus relojes una hora.
El sol se pone más tarde durante el horario de verano, que comenzó en EE. UU. en 1918. La idea era que la gente dependiera de la luz solar en lugar de la electricidad para iluminar sus hogares por periodos más largos.
Hoy en día, muchos creen que ya es hora de poner fin a tanto vaivén. Los que critican el cambio de horario señalan que Hawái y la mayor parte de Arizona siguen siempre la hora estándar. Argumentan que nuestros cuerpos están acostumbrados a la hora estándar y cambiar los relojes puede alterar nuestros patrones de sueño.
Pero a otros les gusta el horario de verano. Dicen que la luz diurna adicional anima a la gente a ser más activa después del trabajo y la escuela. Otros afirman que el horario de verano favorece a las empresas porque la gente pasa más tiempo fuera de casa.